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lunes, 19 de diciembre de 2016
FLORA DE MADRID
Se acaba de editar el libro "Flora de Madrid" Javier Grijalbo 2016, una publicación que trata acerca de las plantas silvestres de la Comunidad de Madrid, tanto herbáceas como arbustivas o arbóreas.
En pocas palabras se podría decir que es una versión aumentada y corregida de su antecedente "Vegetación y Flora de Madrid" 2010, en lo referente a su apartado de flora, si bien contiene un montón de información novedosa: actualización de nombres científicos, clasificación de acuerdo con criterios filogenéticos actualmente en vigor, doble número de especies descritas, doble número de fotografías, mapas de distribución actualizados, láminas de familias botánicas...
La obra tiene 384 páginas y su formato es de 17 x 24 cm. En su primera parte lleva un apartado con indicaciones para el uso adecuado del libro y una introducción donde se comentan aspectos del medio físico madrileño que influyen en la distribución de las plantas y en la realización de sus ciclos vitales. En estas primeras páginas también se hace referencia a aspectos relacionados con la sistemática de plantas y su clasificación.
El grueso del libro, 300 páginas, están dedicadas al catálogo fotográfico. De las 2580 especies de plantas que viven en la Comunidad de Madrid se muestran fotografías de 1419; es decir, de un 55% del total. Cada especie cuenta con una o varias fotografías (2451 fotos) para facilitar su reconocimiento. Claves de plantas y comparaciones mediante ilustraciones entre especies o grupos de plantas complicados aparecen distribuidas por el libro junto a las fotos correspondientes.
Además de sus nombres científico y común (si existe), cada especie va acompañada de un mapa de distribución en la Comunidad de Madrid, información acerca de su porte, tamaño, periodo de floración, indicación de si es un endemismo de la península Ibérica o si ha sido introducida de forma artificial y, finalmente, de una referencia de sus eventuales preferencias ecológicas mediante abreviaturas.
En cada fotografía se especifica el lugar y la fecha en que ha sido tomada y también una breve descripción de lo que muestra (flores, frutos, hojas...).
Acompañando al catálogo fotográfico se incluyen 69 láminas a plumilla (blanco y negro) que indican los caracteres botánicos más significativos de las familias más comunes o con más dificultad de identificación, siempre dentro del ámbito de esta flora.
Cualquier flora local quedaría incompleta sin un listado pormenorizado de las plantas que la comprenden. Aquí se aporta este inventario ordenado alfabéticamente por familias en el enlace: javiergrijalbo.blogspot.com.es/p/flor.html Se ha extraído del libro para facilitar su actualización y al mismo tiempo, al reducir el paginado del libro, disminuir su peso y evitar su encarecimiento.
Las páginas finales del libro contienen, por un lado, un apartado de sinónimos donde se puede encontrar la equivalencia de algunos nombres científicos de plantas que han sufrido cambios en los últimos años, y por otra parte un listado con las referencias bibliográficas que se han consultado durante la elaboración del libro. La publicación lleva un índice con todos los nombres comunes y científicos citados.
Textos, fotos, ilustraciones y mapas son obra del autor; asimismo, el diseño del libro con su cubierta y la composición del mismo.
Aclarar, por último, que este libro no contiene información acerca de la vegetación madrileña, como ocurría en "Vegetación y Flora de Madrid". Ésta se ofrecerá en un volumen aparte que todavía se encuentra en fase de elaboración.
Resumen:
- 384 páginas
- 1419 especies descritas
- 2451 fotos
- 69 láminas a plumilla
- 15 láminas e ilustraciones a color
- 1416 mapas de distribución en la Comunidad de Madrid
- 4 claves botánicas de identificación (pinos, sauces, rosales y zarzamoras)
- Precio: 35 euros
Las solicitudes de libros se deben hacer a la siguiente dirección: javiergrijalbo@gmail.com
martes, 13 de diciembre de 2016
El Álamo (M). 6-12-2016 // 608 m

En las inmediaciones del pueblo, justo en su parte más septentrional, (30TVK1554)
se extiende una porción de terreno de textura particularmente arenosa que permite
la presencia de rascavieja (Adenocarpus
aureus), una leguminosa arbustiva de buen porte cuya distribución mundial
se restringe al centro de la península Ibérica incluyendo algunas apariciones
puntuales en Madrid. Se trata de una pequeña población de la que no teníamos
noticia; un conjunto disperso de unos 15 ejemplares que ocupan alrededor de una
hectárea en un viñedo abandonado contiguo al caserío. El espacio está ocupado
por un pasto, ahora verde, de gran cobertura a pesar de la pobreza del sustrato,
y en el mismo además se van incorporando algunas retamas (Retama sphaerocarpa), si bien de forma menos agresiva que en
lugares próximos. La retama ocupa invariablemente todos los eriales de
interfluvio de la zona, unas veces con cantueso (Lavandula pedunculata) y otras en solitario.
Los Adenocarpus aureus a los que
hacemos mención presentan ejemplares de hasta metro y medio de altura y en un
caso amplitud suficiente como para esconder una hura de conejo. Se da la
circunstancia que a pesar de la época del año en que se hace la observación hay
un par de ejemplares con flores y frutos de modo que es posible profundizar en
su identificación: frutos con glándulas estipitadas, abundantes pelos
retorcidos en las hojas y cálices cubiertos de pelos blancos y alargados.
Adenocarpus aureus penetra en Madrid
tímidamente desde el suroeste aprovechando entre otros arenales los que se
extienden a lo largo del Alberche desde Talavera de la Reina que es donde
Cavanilles la citó por primera vez, allá por 1801. Los escasos registros
madrileños se asientan en Aldea del Fresno y Villa del Prado, de modo que esta
población que se trae aquí a colación representa la más oriental de todas
ellas.
Una muy buena población de rascaviejas se encuentra en Méntrida (TO) junto
a Madrid, al lado de la carretera, y mucho más extendida, aunque ya más lejos,
en la Tierra de Pinares, sobre todo en Segovia.
El paisaje fundamentalmente agrícola de la zona es prioritariamente
cerealista, aunque también incluye olivares y viñedos dispersos entre sus
elementos. Además de los habituales eriales con retama ofrece frecuentes
higueras (Ficus carica), algún que
otro pino piñonero (Pinus pinea) de
naturalidad dudosa, asimismo encinas (Quercus
rotundifolia) bastante dispersas y en los barbechos alguna garamasta (Tanacetum microphyllum) que todavía florece.
La débil red de drenaje cuenta con cauces secos la mayor parte del año,
pero se dota de una vegetación de ribera característica, muy alterada y sin
continuidad, donde se pueden encontrar: caña (Arundo donax), olmo (Ulmus
minor), bardaguera blanca (Salix
salviifolia), zarzamora (Rubus
ulmifolius), chopo negro (Populus
nigra), junco de churrero (Scirpoides
holoschoenus), majuelo (Crataegus
monogyna) y rosal silvestre (Rosa
corymbifera).
En este medio tan fragmentado se detecta una buena cantidad de aves.
Anotamos:
Buitre negro
Buitre leonado
Milano real
Ratonero
Cernícalo vulgar
Perdiz
Paloma bravía
Paloma torcaz
Pito real
Cogujada común
Alondra común
Lavandera blanca
Bisbita común
Petirrojo
Colirrojo tizón
Curruca cabecinegra
Urraca
Alcaudón real
Estornino negro
Pardillo
Verdecillo
Verderón