CATÁLOGO FLORA MADRID 2023


Catálogo Flora de Madrid 2023 


Este listado de plantas vasculares de la Comunidad de Madrid es tan solo una tentativa más de cuantas se han realizado hasta ahora encaminadas a catalogar su flora. Por supuesto que no es una relación definitiva de las plantas que hay en Madrid, pues la escasa prospección en algunas zonas y los fenómenos relacionados con la dinámica vegetal, unas veces debidos a alteraciones en el medio y otras al cambio del clima, no permiten cerrar un inventario de esta naturaleza. Aun así, señalar que es el resultado de dos décadas de prospección de la flora madrileña por toda su geografía. 

En su elaboración se han tenido en cuenta diversas referencias bibliográficas y bases de datos disponibles en internet, cuya catalogación se ofrece en la bibliografía de los libros "Flora de Madrid" (Javier Grijalbo, 2019) y "Vegetación de Madrid" (Javier Grijalbo, 2023). Además se incluyen numerosas citas personales y de colegas botánicos (ver agradecimientos en los libros citados). 

El listado está formado principalmente por especies autóctonas, pero también por aquellas alóctonas que se han asilvestrado y espontáneamente forman parte de los hábitats naturales locales. En consecuencia, quedan excluidas todas las plantas ornamentales y cultivadas que con el clima actual no tienen capacidad de propagarse ni sexual ni vegetativamente en el territorio madrileño. Tampoco se consideran las autóctonas de cuya presencia no se tiene constancia al menos desde 1960, al estimarse que han podido desaparecer y por tanto ya no pertenecen a la flora madrileña actual. De acuerdo con este criterio, por una parte se da la paradoja de que especies como Hohenackeria polyodon o Stachys annua, previsiblemente extintas en época reciente aunque con desaparición posterior al año de referencia indicado, quedan incluidas en el listado, y por otra, se elimina un importante grupo de plantas que otros autores sí han incorporado a sus catálogos de plantas madrileñas, dando lugar, a nuestro juicio, a estimaciones sobredimensionadas de la actual diversidad florística local. Este conjunto de plantas referidas por autores como Cutanda, Lange, Wilkomm o Pau, y ausentes desde hace décadas, es sorprendentemente numeroso, a la vez que revelador de los cambios ambientales que ha sufrido el medio, si bien es probable que algunas de estas plantas hayan pasado desapercibidas al enrarecerse y se vuelvan a encontrar en el futuro. 

En general, se sigue la nomenclatura que aparece en Flora iberica (Castroviejo 1986-2021), pero modificaciones taxonómicas posteriores en el tratamiento de numerosas especies y géneros han obligado a realizar cambios. En muchos casos están relacionados con la sistemática biológica en la que prevalecen relaciones de parentesco evolutivo (relaciones filogenéticas) frente a los caracteres morfológicos tradicionales. Cuando ha habido cambio de nombre la sinonimia se indica entre corchetes; por ejemplo: Salvia rosmarinus Spenn. [=Rosmarinus officinalis]. Otras veces no se trata de sinónimos, sino de sustituciones entre táxones similares de acuerdo con análisis recientes; estos se indican por ejemplo así: Alnus lusitanica [sustituye a Alnus glutinosa]. Finalmente, también ha habido cambios de carácter jerárquico, como en Erysimum penyalarense [=Erysimum humile subsp. penyalarense]. En las modificaciones taxonómicas se ha tenido en cuenta principalmente el criterio de Plants of the World online (POWO) (https://powo.science.kew.org/), pero también el de Euro+Med PlantBase (http://ww2.bgbm.org/EuroPlusMed/) y los de otros botánicos españoles filogenetistas. No obstante, hay que indicar que el nombre aceptado a menudo difiere entre unos y otros.
La clasificación taxonómica para angiospermas corresponde a la secuencia indicada en APGIII por HASTON, E.; RICHARDSON, J. E.; STEVENS, P. F.; CHASE, M.V. & HARRIS, D. J. (2009) con las correcciones aportadas en el panel elaborado por COLE, T. C. H. & HILGER, H. H. (2014) y las de STEVENS, P. F. (2014) en https://www.mobot.org/MOBOT/research/APweb/. De acuerdo con este criterio por ejemplo se han omitido familias como las sambucáceas, las agaváceas o las valerianáceas que se han incluido dentro de las adoxáceas, asparagáceas, caprifoliáceas, respectivamente. 
Con la intención de facilitar la búsqueda de especies, el catálogo que aquí se ofrece va ordenado alfabéticamente por familias, lo que contrasta con la organización de carácter filogenético que se ha empleado en el catálogo fotográfico del libro Flora de Madrid 2019, más centrado en el parentesco entre plantas y grupos de plantas. En uno y otro caso los géneros y las especies siguen también un orden alfabético. Junto a cada familia se consigna el orden botánico al que pertenece.
En el listado, salvo excepciones, no se han recogido variedades, y concretamente las de Rosa canina se han elevado a rango de especie. Los frecuentes híbridos que se encuentran en el territorio tampoco han sido considerados.
Entre corchetes se indican los nombres de familias sinónimos de uso habitual que son asimismo aceptados por la nomenclatura botánica; por ejemplo, en Brassicaceae se anota [Cruciferae].
En este listado los nombres de algunos taxones se acompañan de cierta información complementaria que puede resultar de interés; esta va entre corchetes
[*] Especie alóctona pero naturalizada con poblaciones más o menos frecuentes. Se incluyen especies como Crepis bursifolia que aun siendo autóctona en el este peninsular se ha incorporado a la flora madrileña en los últimos tiempos con la ayuda del ser humano, resultando común en la actualidad; también especies como Cedrus atlantica o Hesperocyparis arizonica [=Cupressus arizonica], al haber sido encontradas asilvestradas en algún punto del territorio. Otros táxones igualmente habituales en jardines, cultivos y repoblaciones forestales no se han considerado si no se ha tenido constancia de su reproducción espontánea.
[e] Endemismo de la península Ibérica. 
En las indicaciones del tipo [4, S+O+NO] el número se refiere a la cantidad de localidades donde se han encontrado recientemente ejemplares de dicha especie (a partir de 1960) y las letras señalan puntos cardinales: N, S, E, O, indicando C la zona centro; con ellas se pretende orientar, al menos vagamente, acerca de su situación dentro de la geografía madrileña, mostrándose en orden de importancia. Estas indicaciones son mostradas únicamente en aquellos táxones en los que se han registrado hasta cinco localizaciones geográficas, de modo que las no acompañadas por esta información se entiende que son más o menos frecuentes. En ciertos casos, la escasez de observaciones puede ser debida a que las especies en cuestión son poco llamativas y pasan desapercibidas; lo contrario de lo que ocurre con otras asimismo poco frecuentes y con diferentes niveles de protección que al ser muy notorias se han encontrado en más de cinco emplazamientos. Acompañando a este texto se ofrece un mapa de Madrid con su delimitación.
[0] indica que la especie aparece citada recientemente en la bibliografía, aunque no se han encontrado referencias locales con lugar y fecha precisa. 
Finalmente, señalar que algunos taxones no están citados dentro del territorio madrileño y por tanto no se incluyen en el catálogo; sin embargo, tienen presencia en su periferia, en ocasiones a escasos centenares de metros, lo que hace pensar que puedan ofrecer registros futuros. A modo de ejemplo se pueden indicar: Aizoon hispanicum (Villaseca de la Sagra, TO), Androsace vitaliana subsp. assoana (Aldealengua de Pedraza, SG), Arisarum simorrhinum (Almorox, TO), Clypeola eriocarpa (Noblejas, TO), Luronium natans (Peguerinos, AV), Lycopodium clavatum (La Granja de San Ildefonso, SG), Salix eleagnos (Uceda, GU)… 


El catálogo recoge 2649 taxones (especies y subespecies), pertenecientes a 859 géneros y 139 familias. Las familias mejor representadas son: Asteraceae (320 taxones), Poaceae (250), Fabaceae (216), Caryophyllaceae (130), Brassicaceae (126), Apiaceae (102), Rosaceae (100), Lamiaceae (94), Plantaginaceae (81), Ranunculaceae (67), Cyperaceae (63), Boraginaceae (56) y Orchidaceae (50). 

Los géneros mejor representados son: Trifolium (40), Carex (37), Ranunculus (30), Vicia (29), Euphorbia (26), Silene (26), Juncus (24), Veronica (23), Sedum (21) y Galium (20).


Un total de 293 taxones (11,06 %) son endemismos peninsulares y 286 (10,79 %) son plantas alóctonas. Además, 998 taxones (37,67 %) integran el grupo de lo que aquí se ha considerado como escasamente representados en el territorio madrileño.

1 comentario:

El Ventanal de la Sierra dijo...

El críalo es muy común por la zona de Colmenar Viejo, un pájaro precioso, sin duda merece la pena salir a pasear y encontrarlo de casualidad