domingo, 7 de marzo de 2010

Río Guadarrama. Villaviciosa de Odón. (M). 6-3-2010 //600m // Excursión "Ecologistas en Acción"


 A pesar de la amenaza de lluvia, salimos unas quince personas a dar un paseo naturalista por las encharcadas vertientes que dan al río Guadarrama, comprobando el resultado que ejerce la deforestación sobre el medio, desde el punto de vista de la erosión.
Primero visitamos un interesante encinar que cuenta con una buena colección de alcornoques (Quercus suber). Los ejemplares no son muy añosos (foto 1), pero sí ocupan una buena extensión de terreno. Conviven con unas misteriosas sabinas (Juniperus thurifera) cuyo origen desconocemos (foto 3). Se debate en el grupo acerca de si son naturales o si han sido plantadas, dada la relativa cercanía de la escuela de capataces forestales de Villaviciosa. Los ejemplares se encuentran en el límite de su área de distribución (ver mapa), pero según parece existe otro ejemplar en Boadilla del Monte, a menos de 10 km de distancia. Aunque no son muchas (apenas llegan a la decena), encontramos alguna cuyo tronco alcanza los 40 cm de diámetro.
En este ambiente adehesado, con pino piñonero (Pinus pinea) (foto 2), jara pringosa (Cistus ladanifer), etc, reparamos en que a nuestro alrededor la morfología del terreno es suavemente ondulada y está exenta de procesos erosivos significativos. El entorno aquí presenta un relieve bien diferente al que encontramos en la segunda parte de la excursión.
El sustrato sobre el que nos movemos todo el rato está constituido por las arcosas resultantes de la alteración de las rocas de la sierra que tuvo lugar en el Mioceno. Unos materiales de escasa consistencia que se erosionan con gran facilidad, como vemos en el barranco Hondo. La erosión remontante de los cursos tributarios del Guadarrama, unido a la deforestación propiciada por una agricultura centrada en el cereal determinan una red de drenaje jerarquizada en regueros, surcos y cárcavas, cuyo resultado es un paisaje parcialmente abrupto y lleno de recovecos donde se resguarda buena parte de la flora y la fauna de la zona. A lo largo de nuestro recorrido contemplamos cómo el barranco se va asilvestrando a medida que se vuelve más profundo hasta llegar a hacerse inextricable.
El suelo está tan embarrado con las lluvias de las últimas semanas que, al principio, nos resulta más cómodo caminar sobre el fondo de la cárcava, a pesar de que avanzamos sobre una fina lámina de agua. En poco tiempo nuestras vistas se limitan a unas empinadas laderas cubiertas de berceo (Stipa gigantea) con retama (Retama sphaerocarpa) y cantueso (Lavandula stoechas), especies que nos indican que si estas cuestas no sufrieran alteraciones, en un futuro no lejano, acabarían convirtiéndose en un encinar.
Sin embargo, ahora la cosa no está del todo mal, pues además de las consabidas perdices, mirlos y otras aves comunes, nos topamos con un búho real (Bubo bubo) que emprende el vuelo no lejos de nosotros.
Al llegar al río Guadarrama comprobamos que fluye bastante crecido, ocupando la franja de inundación periódica. Muchos árboles ribereños se encuentran dentro del agua; y no sólo sauces (Salix) (ver dibujo de Salix atrocinerea), sino tambien chopos (Populus) y fresnos (Fraxinus). La floración en algunos ejemplares de estas especies ya ha comenzado y en muchos casos destaca en la distancia con tonos anaranjados, como ocurre con los álamos blancos (Populus alba).





2 comentarios:

Alimoche dijo...

Javierín, no me avisaste de ésta excursión..., tranquilo que trabajaba éste fin de semana, pero no te olvides de pasarles el correo de Fernando y mío para que nos manden las convocatorias...
Un abrazo
Alf

Anónimo dijo...

Gran excursión. Para mi fue la primera y desde luego no será la última.
Un saludo y gracias.
Aurelio